Mucho se habla de analítica web. Mucho se intentan vender perfiles profesionales que sepan de analítica web. Mucho gusta criticar los datos que reflejan las estadísticas si son negativos. Y así un largo etcétera. Pero la pregunta es: ¿cuantos directivos tienen el valor de tomar decisiones de negocio, por muy duras que puedan llegar a ser, en base a las conclusiones que se extraen de esas estadísticas? Sinceramente, creo que son pocas.
Si hay algo que nos permite saber un medio como Internet es la tasa de respuesta, éxito, conversión... y así un número ilimitado de ratios que nos podamos inventar. Pero la verdadera pregunta es si seremos capaces de convencer a nuestros superiores, aquellos que deberían tomar decisiones, que las decisiones se deben tomar en base a datos y no a la visión o conocimientos del sector por parte de algún supuesto experto en la materia que, en mucho casos, sobrevive aún de la época en la que los números no eran capaces de demostrar lo contrario. Porque la verdad es que aquí el único experto es el Analytics (o algún primo hermano suyo), que refleja los comportamientos y reacciones de los usuarios de ese producto o servicio que estamos intentando suministrar en la red en tiempo cuasi-real..
Tomar decisiones no es fácil. Eso está claro. Sobre todo cuando nunca ha habido tantos datos y tanta información. Pero lo que no tiene sentido es no ser capaz de tomarlas ahora que sí se tienen datos reales y de mercado del impacto que nuestras decisiones o no decisiones están teniendo sobre el desarrollo de nuestro negocio. Y lo que es peor, el tiempo, esfuerzo y recursos que estamos perdiendo en el proceso.
Tras el final de las pelis vienen los créditos, igual que tras la analítica tendrían que venir las decisiones.