lunes, 9 de abril de 2012

La pareja perfecta

Me declaro digital: de vida y profesión. De vida, porque yo sí que veo múltiples beneficios en tener un YO digital; y de profesión porque me dedico a definirlo para nuestros clientes todos los días.

El sector parece que nos está diciendo que el futuro es digital. Los grandes de Internet como Facebook, Twitter y Google nos meten el miedo en el cuerpo. Los gurús también lo tienen claro (cómo no, viven de ello): desde el “Hazle el amor a tu marca” hasta una nueva y enfermiza adicción: el socialcoholismo. En definitiva, parece que el futuro sólo va en una dirección.

Yo también lo creía tener claro: “Digitalícese usted Sra. Marca o morirá”. Y no digo que no es algo que aún no siga pensando, pero añadiría algunos comentarios a mi recomendación.

No por mucho que nos queramos empeñar veremos el siguiente epitafio: “La televisión ha muerto. Le cayó un codificador encima”. Al menos no por el momento.

¿Por qué? Por muchas razones, pero destacaría las dos que a mí más me han convencido después de llevar trabajando 8 meses en la agencia:

  • El recuerdo proviene sí o sí de medios masivos como la TV, y sin recuerdo en la mente del consumidor no somos nadie. 
  • Toda estrategia digital de éxito necesita de su activación desde medios masivos como la TV. El vídeo viral NO existe. 

Y no lo digo yo, lo dicen los datos. Datos que están ahí. Que hay que mirarlos, procesarlos, cruzarlos, pensarlos, cotejarlos, analizarlos, etc. Datos que demuestran el papel fundamental que un medio como la TV, por su naturaleza, aún ha de tener en la correcta activación de nuestras campañas digitales. Y los resultados hablan por sí solos. Pues además, aprendamos de ellos.

Por eso, sigo creyendo en el “digitalízate o morirás”, pero también te diría que se lo cuentes a tus consumidores por la “ventana grande”… si el presupuesto te lo permite, claro.

Y pensar que yo estaba pensando en comprarme la corbata negra para el funeral de la TV… Lo tendré que cambiar por un regalo de boda, porque parece que son la pareja perfecta.

lunes, 2 de abril de 2012

¿Intermediación o Internetización?

Y tú, ¿de qué bando eres? Sí, sí. Tal cual. O de uno o de otro. Aquí ya no valen medias tintas. O te anclas en el pasado con unos modelos de negocio basados en el proteccionismo, en las ventanas de explotación de contenidos y en la creación de barreras que desincentiven cualquier tipo de innovación; o sueltas amarras y te unes al barco de la libre circulación de contenidos y la búsqueda de nuevos e innovadores modelos de negocio que piensen en el verdadero sustento de la industria: el consumidor y en lo que él está demandando.

¿De qué narices estamos hablando? Pues de algo que hace bastante tiempo tengo ganas de escribir mi opinión. Estoy cansado de ver llorar a todos esos defensores de los creadores de la industria de la música y del cine (discográficas, distribuidoras, exhibidoras, socidades de derechos de autor, etc). Cansado de oírles decir el hambre que pasan porque “la gente ya sólo se descarga música y películas de Internet ilegalmente”. Ni pienso entrar en lo legal porque no soy ningún experto, y otros muchos ya han dejado claro este tema. Yo quiero comentar lo que para mi es el más grave problema: la ACTITUD. Porque así nos va.

En primer lugar, el cinismo de sus afirmaciones. ¿Quién realmente cree que son defensores de los creadores por el bien de éstos? Nadie en su sano juicio. Única y exclusivamente son defensores de sus propios intereses, de ese negocio de INTERMEDIACIÓN del que han vivido durante muchos años (y muy bien algunos) . Pero no. Ahora ya no son necesarios… al menos de la misma forma.

Si todavía, en el momento en que vivimos, en el que el acceso a todo tipo de información es digital, en el que existe una hiperconexión de dispositivos que nos rodean (dentro de poco hasta nuestro horno microondas), en el que ya escuchas hablar de la nube a tu padre jubilado, en el que todo es social, todo se comparte… Si aún así, estas industrias pretenden sostener su NEGOCIO con modelos obsoletos del pasado, es que algo alguien está haciendo muy mal. Y no es algo a tomar a risa. Son industrias que mueven muchos miles de millones de euros al año (a pesar de la caída de sus ventas en soporte físico), y por lo tanto referentes de la economía mundial.

Lo malo de su ACTITUD, no es sólo esa hipocresía y egoísmo, es también las pocas ganas de evolucionar y de adaptarse a un nuevo entorno en el que Internet ha eliminado todas las barreras para que creadores (esos que supuestamente sus intereses dicen defender) produzcan, distribuyan, comercialicen y promocionen por sí mismos cualquier tipo de contenido digital. Y, por qué no, convertirse en un éxito (sin la necesidad de ningún Risto Mejide). Aquí sí que sí, el orden de los factores si puede alterar el producto… Es más, gracias a desordenarlos existe mucho más producto.

Más allá de pensar en cómo poner la zancadilla a negocios disruptores venidos de fuera, de forzar a los consumidores (tú que estás leyendo esto) a pagar por algo en unas condiciones que no le resultan cómodas (por qué ir al cine a ver un estreno y no poder verlo en mi casa por Internet… pagando claro está), más allá de prohibir la entrada en circuitos comerciales a aquellos compositores que no comulgan con los modelos de sus sociedades de gestión… Más allá de destruir, reconstruyan ustedes, repiensen, reimaginen, reinventen… RE-RE-RE-RE… Es la única partitura que les podrá salvar porque tarde o temprano les llegará su momento.