He leido un post Joan Jimenez que me ha parecido muy interesante y muy cierto. Habla de algo que a priori parece bastante obvio, pero es algo que muchos todavía no se creen.
El movimiento social ha producido históricamente cambios sociales y de comportamiento. Algunos mejores que otros. No hay más que coger una enciclopedia y comprobarlo (recomiendo que sea la Wikipedia, es más rápido que ir hasta casa de tus padres y buscar en la 5ª estantería).
El poder de nuestras opiniones es cada vez mayor y es capaz de ser más influyente sobre los demás, incluso sobre personas que ni siquiera conocemos. La diferencia es que, en el momento en el que vivimos, disponemos de herramientas capaces de acelerar aún más la viralidad de nuestras opiniones. Lo que hoy escribe un bloguero en su recoveco de Arizona a la hora desayunar puede haber sido leido por personas de los 5 continentes antes del almuerzo. Por tanto disponemos de una oportunidad cada vez más real de acceder a las personas y comunicarles nuestras opiniones.
Todo esto es cierto, pero ¿como hacemos para filtrar toda la información que cada día aparece en blogs, portales, redes sociales, etc? Al final cada uno de nosotros lee y comenta lo que los más allegados a nosotros escriben, postean o comentan. Pero resulta que ellos hacen lo mismo que nosotros y así sucesivamente. Y por supuesto, nos lo creemos casi todo (efecto de creerte lo que dice alguien "like yourself").
Es un fenómeno que está ahí, que existe. Es un fenómeno que tenemos que utilizar pero también controlar. Puede ser muy poderoso, pero también muy peligroso porque una mentira puede reproducirse tantas veces y tan rápido que ya sea difícil de controlar. Por todo eso hemos de ser responsables y conscientes de lo que decimos porque cada vez hay más gente "escuchando".
1 comentario:
Muy bueno el post, a ver si escribes más a menudo.
Publicar un comentario